En la Fundación María de la Luz, acogemos a niños, niñas y adolescentes que han sido profundamente vulnerados en sus derechos. Esto incluye situaciones de abandono, negligencia, maltrato físico y psicológico, abuso sexual, y otras formas de violencia que comprometen su bienestar y desarrollo.

Nuestra labor se centra en restituir sus derechos y reconstruir sus vidas. Para ello, trabajamos de forma integral con cada niño, niña y adolescente, así como con sus familias o referentes afectivos, entregándoles herramientas psicosociales, educativas y afectivas que les permitan iniciar un nuevo camino, lleno de oportunidades, dignidad y amor.

Además, acompañamos especialmente a quienes, al cumplir la mayoría de edad, no cuentan con una red familiar de apoyo. Nos preocupamos de brindarles formación en oficios, acceso a estudios superiores y orientación para la vida independiente, con el fin de que puedan desenvolverse con autonomía y confianza en la sociedad.

En cada historia que acogemos, reafirmamos nuestro compromiso con la reparación, la justicia y la esperanza.