La Fundación María de la Luz nace como un acto de amor y continuidad del legado de María de la Luz Zañartu, una mujer que, pese a convivir durante 20 años con una dura enfermedad, vivió intensamente hasta sus 41 años, entregando amor, alegría y generosidad a quienes la rodeaban. Madre de dos hijos, esposa incondicional y amiga entrañable, María de la Luz se destacó por su profunda vocación de servicio, su sensibilidad frente al sufrimiento ajeno y su incansable pasión por la vida. Su historia inspira lo que somos.

Movidos por su ejemplo y decididos a honrar su deseo de contribuir al bienestar de la infancia más vulnerable, un grupo de amigos dio vida a esta Fundación, dedicada a la protección, contención y formación integral de niños, niñas y adolescentes cuyos derechos han sido gravemente vulnerados.

Así, su luz sigue viva en cada sonrisa que ayudamos a recuperar, en cada camino de vida que acompañamos con ternura y compromiso.